miércoles, 21 de octubre de 2015

¿Qué compone una doctrina?

Una doctrina es básicamente una serie de enseñanzas de un determinado credo, unas instrucciones basadas en un sistema de creencias. Cualquier doctrina agrupa un conjunto de dogmas defendidos por un grupo de gente. Este sistema de creencias se extiende a lo largo en el tiempo y muchas de ellas han sido parte de la humanidad durante milenios.

La doctrina es más que una enseñanza, no es algo que simplemente se imparta, para ser considerada como tal, esta debe lograr que sus miembros absorban sus instrucciones como una forma de vida, que se impregnen de ella y sea parte de su vida. Deben ser parte de ésta. Adoptar una doctrina modifica la forma de vida de aquellos que forman parte de esta. En ocasiones, puede ser vista de forma negativa, ya que puede llevar a sus participantes a extremos.

Otra de las características de la doctrina es que debe ser vinculante. Este aspecto implica que debe unir a un grupo de personas bajo el mismo sistema de creencias. Una doctrina no puede ser seguida por una sola persona, sino que tiene que ir más allá de eso. Tiene que ser compartida por un grupo de gente que esté de acuerdo con sus preceptos y los aplique a su forma de vida.

Dentro de las doctrinas debe de existir una cierta autoridad jerárquica que determine rangos dentro de la doctrina. Estos grupos de personas necesitan de una autoridad que sea guía y establezca cuales son las enseñanzas que abarca la doctrina y que elementos quedan por fuera de esta.

Una doctrina puede ser difundida tanto de forma oral como escrita. Muchas, por más que sean transmitidas por medio del boca a boca, tienen una base escrita, donde se establecen todas las reglas por las que se rigen. En la mayoría de los caso se alterna entre la interpretación de la doctrina en sí misma y la referencia directa de estos textos.

Existen distintos tipos de doctrinas que abracan diferentes aspectos de la vida de una persona. Los ejemplos más comunes de éstas son las doctrinas políticas, religiosas y militares. Cada una de esta se maneja con diferentes reglas, que pueden tener una mayor o menor rigidez y demandar un compromiso a distintas escalas por parte de las personas que forman parte de ellas.


Formar parte de una doctrina implica una cierta constancia y compromiso con las ideas que se siguen. Uno de los elementos que hacen que formar parte de una doctrina sea un desafío, es la gran cantidad de información con la que cuentan las personas y el número de estímulos que hacen que se pueda convertir en un desafío ser parte de una doctrina. Con esto en mente es que nos cuestionamos hoy en día la validez de la pertinencia doctrinal y su capacidad de durar en el tiempo. 




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